dimarts, 30 de desembre del 2014

¿Y tú qué haces?

En nuestra sociedad, en encuentros informales, cuando hablamos con desconocid@s no preguntamos ¿Quién eres?, sino, ¿Tú qué haces?




Si te parece bien definirte de esta forma, sigue así, no hay problema, este post no afectará a tu forma de ver las cosas.

Sin embargo, si algo de todo esto te rechina, sigue leyendo, te puede interesar.

Vamos a hacer un poco de repaso de este año, ya se está acabando y es el momento... ¿Qué valoras de este año 2014? ¿Cuál es el balance del año? ¿Con qué te quedas?

Has pensado en momentos alegres, familia, amig@s, aprendizajes, o quizás en todo lo conseguido durante el año, las nuevas adquisiciones, pertenencias...

Sea cuál sea la respuesta, ahí están los valores de fondo.


Vivimos en una sociedad de consumo, donde se promueve que lo que deseamos poseer se convierta en una necesidad. Y creemos necesitar la última versión del Smartphone de moda o la TV más moderna y ultra plana del mercado. 

A la vez, la recompensa emocional se ve ligada a adquirir cosas materiales, inmuebles, coches...

Nuestro sistema promueve que cuánto más tienes, más quieres... Y sino, ¿de qué tanta corrupción? (sabemos que este tema es mucho más complejo, sólo es una idea que podría desarrollarse mucho más, sin embargo la corrupción en el país no es el tema que nos ocupa aquí...)

Nuestra identidad se estructura entorno a logros, al hacer, al conseguir, a una carrera profesional ambiciosa.

Y eso se contrapone directamente con una identidad del ser. Valgo por ser quién soy, con mis virtudes y mis defectos, consiga lo que consiga, tenga lo que tenga.

Cuando te preguntan "¿qué haces?", ¿qué contestas? Pensando en ello te darás cuenta de dónde reside el valor. Si está en lo que haces, consigues, o tienes,... o si en cambio está en quién eres, qué te gusta hacer, qué te hace sentir viv@, con qué y con quién te diviertes y disfrutas.

En Asia preguntan: ¿Eres feliz?

 

Es una pregunta que muchos de nosotr@s no sabemos contestar, dado que tampoco sabemos exactamente qué es la felicidad. La asociamos a menudo a poseer, a consumir...

Contrariamente a la visión tradicional asiática, mucho más relacionada con el bienestar personal, desligada de las pertenencias; por lo tanto es una identidad más relacionada con la persona.

Los riesgos de identificarte con lo que haces, o con tu rol en la familia son evidentes. Si alguna vez te quedas sin trabajo, o no prosperas todo lo esperado, puedes empezar a sentir que no vales nada. Si te identificas con tu profesión únicamente, o con la pareja con quien estás (marido, mujer, novi@, hij@/s...) estás dejando de lado lo más importante: el ser, y a la persona más importante: tú.



¿Quién quieres ser a partir de ahora?
Dedícale un tiempo al ejercicio. A las puertas de 2015, puedes empezar a definir un nuevo camino para tí y tu entorno.

- Quién soy.
- Qué valoro de mí como persona.
- Qué me gusta de mí.
- En qué soy buen@.
- Con qué disfruto, qué me gusta hacer.
- Qué les gusta de mi a mis amig@s.
- Por qué cosas me gustaría ser recordad@.

Puedes aprovechar y preguntar a tu entorno cercano acerca de esas cosas tuyas únicas e irrepetibles. Las cosas por las que eres valorad@, más allá de tu éxito profesional. Esas cosas que valoran l@s tuy@s, tus hij@s, herman@s, sobrin@s, padres y madres, abuel@s...



A la vez, puedes hacer el ejercicio con tus allegad@s, valorando las virtudes de l@s demás, quizás consigas identificar esas cosas tuyas.

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